Las quemaduras son lesiones producidas en la piel por la proximidad de una fuente de calor, por la acción de sustancias químicas, por el paso de una corriente eléctrica o por rozamiento. La extensión de la lesión afecta a la gravedad de la quemadura:
Quemaduras de primer grado:
Tiene pronóstico leve y sólo afectan a la zona más superficial de la piel. Producen dolor y enrojecimiento del área afectada. Se curan sin complicaciones y de forma espontánea en dos o tres días; no dejan cicatrices.
Quemaduras de segundo grado:
Afectan a formaciones más profundas de la piel. Son mas dolorosas que las anteriores y se forman ampollas en la zona quemada.
Quemaduras de tercer grado:
Son MUY GRAVES, sobre todo si la extensión de la superficie corporal afectada es grande. En este caso se destruyen los tejidos que constituyen la piel e incluso los que se encuentran inmediatamente debajo, como músculos, tendones, etc. Son muy dolorosas y la zona lesionada presenta aspecto carbonizado.
Tanto las quemaduras de primer y segundo grado, siempre que sean pequeñas, como las producidas por una exposición prolongada al sol, y siempre que no resulten graves, pueden tratarse en casa.
Nunca se deben atender sin la debida atención médica aquellas quemaduras que afecten a una superficie grande del cuerpo o que sean serias, ya que se pueden producir complicaciones como infecciones o cicatrizaciones incorrectas.
- Lo primero que debe hacer es retirarse de la fuente de calor y vierta abundante agua fría sobre la piel quemada, aún antes de quitarse la ropa.
- Llame a los servicios sanitarios al teléfono 1-1-2 lo antes posible.
- Retire la ropa sobre la piel quemada, sea cuidadoso para no arrancar la piel quemada. Coloque la zona quemada bajo el agua fría durante 10 minutos.
- Cubra la zona afectada con una toalla o tela limpia sin pelusas.
- Retire cinturones, pulseras o cintas que se incrustarán al inflamarse la piel quemada.
- No aplique ungüentos, desinfectantes, ni aceites.
- No rompa las ampollas que se forman en la piel